Después de 15 años de gobiernos que contemplaron la privatización de toda o parte de Isagén, finalmente el presidente Juan Manuel Santos
dio el paso decisivo para vender las 1.572 millones de acciones que
tiene la Nación (57,66 por ciento) de las 2,72 millones totales de la
tercera generadora de energía del país.
La venta fue aprobada por
el jefe de Estado con su Consejo de Ministros en la tarde de ayer, y
luego lo anunció el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría.
El
funcionario explicó que el proceso se llevará a acabo en dos rondas: la
primera con un precio por acción de 2.850 pesos y en que podrán
participar empleados, jubilados y entidades del sector solidario, como
lo dicta la ley. Ayer la acción de la generadora cerró a 2.720 pesos,
una reducción del 0,91 por ciento frente a la sesión del viernes
"Se
espera que en la segunda ronda, cuando se ofrezca al mercado, exista
puja que suba el precio final por encima de esa base de 4,5 billones de
pesos", explicó el funcionario.
También indicó que lo recaudado
será para inversión en infraestructura de transporte con las concesiones
viales de cuarta generación. Pero no en este Gobierno, sino en el
siguiente, es decir, a partir del 7 de agosto de 2013, mientras tanto,
lo recaudado se mantendrá en una reserva.
No es la primera vez
De
esa manera, la venta de Isagén se trataría de la privatización más
grande de la última década por parte del Gobierno central, pues con la
venta de 10,1 por ciento de la estatal Ecopetrol, en 2007, se hizo a
unos 4,7 billones de pesos.
"Con esa venta, el Gobierno sale de
un activo en generación y de un vehículo que le permitiría, en un
momento de dificultad, motivar la inversión de los privados", comentó a
este diario Pablo Corredor Avella, exgerente de XM y consultor
del sector eléctrico, quien recuerda que de la privatización de Isagén
se viene hablando desde 1998.
Pero fue casi una década después, en 2007, cuando se privatizó durante el gobierno de Álvaro Uribe
un primer tramo de Isagén. Se ofreció al mercado el 19,22 por ciento,
es decir, 523,9 millones de acciones privilegiadas, con un valor
unitario de 1.130 pesos. La movida le significó al Gobierno ingresos por
unos 266 millones de dólares de ese momento.
Cárdenas lo pensó antes
Ahora
bien, resulta por lo menos coincidente que sea el mismo ministro
Cárdenas, quien ahora anuncie formalmente la privatización, después de
que fue integrante de la Comisión del Gasto Público, junto al también
hoy ministro, pero de Salud, Alejandro Gaviria Uribe.
Esa
reunión de expertos, recomendó al Gobierno, en mayo de 2007, la venta
del 56 por ciento de ISA y el 25 por ciento de Isagén, adicional al
19,22 por ciento que se acababa de vender de la generadora. Con ello
proyectaban una reducción del gasto público y avanzar en la amortización
de la deuda.
La idea fue acogida por el ministro de entonces, Óscar Iván Zuluaga,
quien anunció la venta de acciones estatales, pero días después la idea
fue reversada por el presidente Uribe, porque ambas firmas son
estratégicas en el sector y para las rentas del Gobierno. Ahora su
sucesor da prioridad a inversiones de más corto plazo y aminorar la
emsión de deuda.
La venta divide opiniones
El exministro de Minas, Ramiro Valencia,
se declaró contrario a la venta de la participación accionaria que la
Nación tiene en Isagén. Consideró que "ese negocio será la pérdida de
una empresa que da utilidades y a la cual su mayor dueño no le ha tenido
que poner, en la última década, un solo peso".
Para Valencia,
con la venta del otro 10 por ciento de la propiedad de Ecopetrol (que
está aprobado), se obtendría tres o cuatro veces más de lo que se
recogerá vendiendo a Isagén.
Ahora habrá que esperar cómo se
moverán accionistas minoritarios como EPM (12,9 por ciento) y otros
agentes del mercado interesados en estos activos del sector energía.
Consultado sobre el particular, José Alberto Vélez Cadavid,
presidentel de Grupo Argos y propietario de Celsia (cuarto generador
del país), dijo que se trataba de una buena decisión del Gobierno, pero
"no hemos estudiado una eventual adquisición de las acciones que sacará a
la venta el Gobierno, pues es un negocio de números muy grandes",
aclaró el ejecutivo.
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