El Superintendente Ad Hoc de Industria y Comercio, Luis Guillermo Vélez Cabrera (actual Superintendente de Sociedades), condicionó la eventual integración empresarial entre Grupo Argos y la estatal Isagén.
Una fue la desinversión de activos, con el objetivo de dar cumplimiento
a las normas del sector energético y neutralizar el poder de mercado
que adquirirían las empresas integradas.
La SIC advirtió que la competencia en los mercados de generación y
comercialización de energía eléctrica podría verse afectada si no se
imponen obligaciones para que el Grupo Argos participe en la
adquisición del paquete de acciones controlante que la Nación posee en
Isagén.
Según el superintendente, una operación de este tamaño e importancia,
sin el cumplimiento de unas condiciones previas, podría restringir
indebidamente la libre competencia, en perjuicio de los consumidores,
quienes se podrán ver expuestos a pagar precios más altos por la
energía.
Según la decisión, de no condicionarse la eventual integración entre
Grupo Argos y la generadora las compañías integradas tendrían
posibilidad de reducir las cantidades ofertadas en la bolsa de energía e
incluso podrían aumentar artificialmente el precio que se paga por la
energía eléctrica.
La decisión se fundamenta en los artículos 9 y 11 de la Ley 1340 de
2009 que establece que el superintendente está facultado para autorizar
una integración sujetándola al cumplimiento de condicionamientos.
La norma advierte que los condicionamientos buscan aislar o eliminar el
efecto anticompetitivo que produciría la integración e implementar
medidas de carácter estructural con respecto a esa operación.
La decisión tiene el recurso de reposición.
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